Albert Batlle, teniente de alcalde de Seguridad y concejal responsable del distrito de Ciutat Vella, es una pieza fundamental del nuevo gobierno municipal de Barcelona, el del alcalde Jaume Collboni. Y es que Batlle es el encargado de llevar a cabo tres de los principales objetivos de este ejecutivo de cara al presente mandato, el plan Endreça –la recuperación del espacio público barcelonés–, la reforma de la ordenanza de civismo y también una remodelación integral de los barrios de Ciutat Vella.

Un distrito complicado

“Ciutat Vella es un contenedor de la problemática social del conjunto del país”

Y bien, ¿cómo va el endreçament de Barcelona?

Aún es pronto para hacer un balance, llevamos unas pocas semanas, lo haremos cuando termine el verano, pero la verdad es que hasta ahora va bien. El plan Endreça es en verdad un abordaje integral de todas las problemáticas ligadas al uso del espacio público en una ciudad tan densa como Barcelona. No hablamos solo de seguridad. El plan Endreça es un programa transversal. Mire, en las fiestas de Gràcia se produjeron unas pintadas contra el turismo, y las brigadas las limpiaron enseguida. A ver quién se cansa antes, el limpiador o el ensuciador. ¿Qué tipo de lucha justifica una pintada? Me parece una chorrada, la verdad. Y el alcalde ya le leyó la cartilla a los responsables de la nueva contrata de limpieza. Estamos pasando un verano razonablemente bueno, con una presencia masiva de turistas sin incidentes graves. Hay que tener en cuenta que la llegada de turistas atrae a personas dedicadas a actividades ilícitas.

Parece ahora que una de sus prioridades es la lucha contra la venta ambulante ilegal.

Ya llevamos más de cuatro años luchando contra el comercio ilegal. Para mí es una gran prioridad desde que fui nombrado teniente de alcalde de Seguridad en el 2019. Entonces era residual y ahora continúa siéndolo. No se redujo durante la pandemia.

Pero los manteros dicen que hacía mucho que no les presionaban de este modo, ¿no tiene nada que ver en ello el relevo en la alcaldía?

Los manteros están igual de presionados que en el 2019. Lo que ocurre es que ahora disponemos de más guardias urbanos, y de esta manera podemos incidir un poco más en la cuestión. La lucha contra la venta ambulante sin permiso es una batalla larga y sostenida, un pulso continuo.

¿Y cuál es el siguiente paso?

Vamos a dialogar con el resto de grupos municipales para reformar la ordenanza de civismo. Y también vamos a buscar la complicidad ciudadana, vamos a promover el civismo entre todos.

La gente cree que la mayor parte de las multa puestas en virtud de la ordenanza de civismo no se cobran.

La mayor parte de estas multas se tramitan, y esperamos que dentro de muy poco también se cobren. La mejora del cobro de estas sanciones es uno de los aspectos que ya estamos estudiando. En estos momentos estamos aplicando ya las sanciones más altas que nos permite la ordenanza de civismo. A pesar de ello, queremos seguir diferenciando una persona que se está tomando tranquilamente una lata de cerveza de otros que montan grandes botellones y alteran la convivencia.

¿Y qué plan tiene para Ciutat Vella?

Ciutat Vella es el reflejo de Barcelona. Todos los habitantes de Barcelona pasan en un momento dado por Ciutat Vella. Además, concentra buena parte de la pro­ble­má­tica social de la ciudad. Es un lugar que hay que tratar con especial atención. Nos estamos reuniendo con vecinos y comerciantes para ver cómo abordamos la mejora de estos barrios.

¿Otro plan de choque?

Más bien un plan de intervención integral que contemple la seguridad, el urbanismo, la movilidad… Llevamos meses reforzando la presencia policial, pero eso no es suficiente. Estamos planteando una intervención como la realizada a finales de los años ochenta.

¿Acaso piensan abrir otra rambla del Raval?

No, no hace ninguna falta. Estamos pensando en una intervención de carácter capilar, muy al detalle, con mucho diálogo y participación ciudadana, con mucha atención a la rehabilitación de viviendas, a frenar los monocultivos comerciales, a la lucha contra la droga y las ocupaciones delincuenciales ligadas al narcotráfico.

Decía usted que Ciutat Vella concentra buena parte de la problemática social de la ciudad.

Ciutat Vella es un contenedor de la problemática social del conjunto del país. Necesitamos la corresponsabilidad de la Generalitat y de los municipios metropolitanos.

¿Sabe usted eso que dicen que Ciutat Vella es el distrito machaca concejales?

Sé que todo esto va a ser muy duro, pero lo abordo con un gran entusiasmo. Tengo setenta años, pero aún tengo cuerda.