Artúclo del secretari general de Units per Avançar, Ramon Espadaler. Publicado en ABC el 9 de junio de 2021

Algo se mueve

La posibilidad de conceder un indulto parcial a los políticos encarcelados por su participación en los hechos posteriores al 1 de octubre de 2017 ha generado una considerable tormenta política en España y, en menor medida, en Cataluña. Como responsable de Units per Avançar y como diputado del Grupo Parlamentario Socialistas y Units per Avançar, aplaudo la iniciativa del gobierno de Pedro Sánchez, consciente de los riesgos y del precio político y electoral que puede pagar. Es imprescindible devolver a la política lo que nunca debería haber salido de ella. Conviene mirar hacia adelante y apostar por la reconciliación, y no instalarnos en el reproche mutuo. Asimismo, este paso exige coraje a las dos partes. La concesión de los indultos es una señal de fortaleza del Estado de Derecho. No es una burla al poder judicial ni un menosprecio a los millones de personas que en Cataluña y en el conjunto de España estábamos -y seguimos estando- en las antípodas de los hechos que supusieron la rotura de la legalidad vigente y de la convivencia.

Con la misma claridad que defiendo los indultos en los términos que plantee el Ejecutivo de Pedro Sánchez, planteo la necesidad improrrogable de que las filas independentistas hagan una profunda reflexión al respecto. Celebro, pues, las voces de algunos líderes que reconocen que la unilateralidad fue un error desde muchas perspectivas. Oriol Junqueras o la nueva consellera de Exteriores de la Generalitat, Victòria Alsina, han abierto un camino que no será entendido ni compartido por parte del independentismo. Y ello debe ponerse en valor.

Algo se mueve a uno y otro lado y los partidos políticos debemos identificar los puntos de encuentro entre dos mundos distintos y distantes que permitan un retorno gradual a la convivencia y el respeto que nunca deberían haberse roto. No es equidistancia, sino responsabilidad. Hará falta mucho coraje a uno y otro lado de la mesa para afrontar el diálogo. No será sencillo, pero no tiene alternativas. Deberá efectuarse en el marco de la legalidad, del Estado de derecho y del respeto por los sentimientos y convicciones de todas las personas, por contrapuestos que puedan ser. Pero, insisto, algo se mueve, y en la buena dirección.

Ramon Espadaler Parcerisas, secretario general de Units per Avançar